Eva Dénia

Tengo cita con usted [o Si usted me dio rendez-vous]


Imprimir canciónEnviar corrección de la canciónEnviar canción nuevafacebooktwitterwhatsapp

[Versión de Paco Ibáñez]
(Adaptación: Pierre Pascal)

Tengo cita con usted

El señor astro del día,
como no estoy a sus pies,
no me da luz y sin cuidado me tiene,
tengo cita con usted.
La luz que más me conforta
en sus ojos la hallaré
y lo demás ¡que me importa!
tengo cita con usted.

El bueno de mi casero
como no pago alquiler,
me echa a la calle y sin cuidado me tiene,
tengo cita con usted.
El nido que más conforta
en sus brazos lo hallaré,
y lo demás ¡qué me importa!
tengo cita con usted.

La buena de mi patrona
cuando sin blanca me ve,
me mata de hambre y sin cuidado me tiene,
tengo cita con usted.
El menú que más conforta
en sus labios lo hallaré,
y lo demás ¡qué me importa!
tengo cita con usted.

Su majestad don Dinero
como no caigo en su red,
me tiene a raya y sin cuidado me tiene,
tengo cita con usted,
Los bienes que más confortan
en su amor los hallaré
y lo demás ¡qué me importa!
tengo cita con usted.


[Versión y adaptación de Ángel Parra]

Si usted me dio rendez-vous

Al sol brillante del día
sin venias trato de tú.
Me quita el calor de sus rayos y qué más da
si usted me dio rendez-vous.

El rayo que yo prefiero
es de sus ojos la luz
y lo demás, no me importa:
usted me dio rendez-vous.

El propietario de casa
me ha entregado el sobre azul.
Me quita el techo y a la calle y qué mas da
si usted me dio rendez-vous.

El nido que yo prefiero
y su vestido frou-frou
y lo demás no me importa:
usted me dio rendez-vous.

A la pobre cocinera
le debo más de un menú.
Me quita el plato de la mesa y qué más da
si usted me dio rendez-vous.

El plato que yo prefiero
es su cuello de bambú,
y lo demás, no me importa:
usted me dio rendez-vous.

Su majestad financiera
me considera un gandul;
esconde el oro y el tesoro y qué más da
si usted me dio rendez-vous.

El tesoro que prefiero
lo guarda en su canesú,
y lo demás, no me importa:
usted me dio rendez-vous.


[Traducción a partir de la adaptación al catalán de Miquel Pujadó]

Hoy tú y yo estamos citados


Mi señor, el astro del día,
como no lo admiro lo bastante,
me niega su fuego, pero el fuego
puede metérselo donde le quepa:
hoy tú y yo estamos citados.
La luz que a mi más me gusta
es la de tus ojos de gata.
Lo demás me importa un comino:
hoy tú y yo estamos citados.

Mi señor propietario,
como se lo he devastado todo,
me echa de su piso, pero el piso
puede metérselo donde le quepa:
hoy tú y yo estamos citados.
El hogar que a mi más me gusta
lo hallé dentro de tu cuerpo.
Lo demás me importa un comino:
hoy tú y yo estamos citados.

Mi señora patrona,
como le debo demasiado dinero,
me niega el plato, pero el plato
puede metérselo donde le quepa:
hoy tú y yo estamos citados.
La carne que a mi más me gusta
es la de tu cuello de nácar.
Lo demás me importa un comino:
hoy tú y yo estamos citados.

Mi jefe, el viejo notario,
como no rindo tanto como él quisiera,
me niega el sueldo, pero el sueldo
puede metérselo donde le quepa:
hoy tú y yo estamos citados.
El sueldo que a mi más me gusta
es un beso tuyo al contado.
Lo demás me importa un comino:
hoy tú y yo estamos citados.

Su Majestad Financiera,
al no aprobar mi comportamiento,
se guarda su oro, pero el oro
puede metérselo donde le quepa:
hoy tú y yo estamos citados.
La joya que a mi más me gusta
es tu corazón brillante.
Lo demás me importa un comino:
hoy tú y yo estamos citados.


Autor(es): Georges Brassens