Fuego en la sangre
El vaso vacío
colgaba de tu mano,
te veías transparente y fría.
Fue ganando el miedo,
fue trepando por los huesos,
no me digas que me quede quieto.
Socios de la desgracia
atados por el destino,
una mentira dentro de otra mayor.
Se acabó la siesta,
esto no es vida,
esta es la última de nuestras despedidas.
Fuego en la sangre,
corre la mente salvaje,
termina y empieza un viaje,
la moneda está en el aire.
Sobrevivientes,
vamos con uñas y dientes,
no me pidas que regrese,
este tren no se detiene.
