La Mediocridad
Sin importar que nos sucederá
nos movemos hacia el centro de la espiral.
Elige bien, da la casualidad,
que no respuestas a tus preguntas que flotan ya,
no te sumerjas sin respirar.
Cierra despacio, déjame entrar.
Sigo tu rastro entre las plantas carnívoras.
Mandan ciegos en ese país de tuertos,
sobre tu cuerpo atravieso la oscuridad
y me sumerjo sin respirar.
Y ahora qué, y ahora qué?
Aprenderás a ladrar?
Y ahora qué, y ahora qué?
Aprenderás a callar y a necesitar la mediocridad.
Se mueven bien a su interés,
sabes, me alegro, nunca fueron claridad.
No me convence tanta estupidez,
en tu rostro el antídoto a la soledad.
Nos sumergimos sin respirar?
Y ahora qué, y ahora qué?
Aprenderás a ladrar?
Y ahora qué, y ahora qué?
Aprenderás a callar y a necesitar
la mediocridad, la mediocridad,
su triste mediocridad.
