Muchacha cuyana
Muchacha cuyana,
muchacha de los ojos verdes,
te sueño en las viñas,
como una tonadita alegre.
Paseas tu encanto,
por entre los frescos racimos
y siento como si el aire
te acompañara, por el camino.
Florcita de mis montañas
de tu ancha tierra del vino.
¡Qué linda tu tierra,
muchacha de los ojos verdes!
Quisiera llevarte
prendida en mi alma por siempre.
Lagares, viñedos,
vasijas de roble ande verte
con tu pelo negro al viento
y tu sonrisa color de Enero
Llevaré de tus montañas
la blanca espuma del cielo
Tonadita, tonadita
para tí, niña cuyana.
Tonadita, yo te canto
de la noche a la mañana
Tonadita con cogollo,
son como flores del alma.
Tonadita mendocina,
paras tí, niña cuyana.
Voy llegando a Mendoza,
cuyana mía.
Una noche cualquiera
llegué a tu tierra;
ya nunca más me iré,
en ti me quedaré.
Se me fundió Mendoza,
aquí en la piel.
Voy llegando a Mendoza,
cuyana mía.
Autor(es): Robustiano Aráoz
