Arran
Tímido despertar
en un entorno familiar.
Un tenue sol dora al viento
lo que después recuerdos serán.
y el paso firme y la consciencia tranquila.
La mirada inquieta y el corazón lleno de vida.
Los pequeños detalles
son siempre los que marcan,
son los que van tejiendo
la cuerda en la que uno se puede agarrar
para subir el sendero que eleva el alma
y que la viste con noches de luna de plata.
El reloj murió aquí y el tiempo se paró
en la tierra que late al ritmo del corazón.
Si el mar no los deja pasar será mucho mejor.
Me perderé en la isla que me enamoró.
Fumando en el muelle,
agotando los segundos.
Las banderas al viento,
los sentimientos en el puño.
No es un adiós ni es un “hasta siempre”.
Volveré y conmigo mis ganas de verte.
Un trago de aquí,
un recuerdo feliz.
El viento besa mi cara
mientras te veo alejarte de mi.
Verdes colinas que el tiempo ha sembrado.
Guardaré en mi corazón todo lo que me has dado.
El reloj murió aquí y el tiempo se paró
en la tierra que late al ritmo del corazón.
Si el mar no los deja pasar será mucho mejor.
Me perderé en la isla que me enamoró.
Autor(es): Lád Cúig