El despechado
El despechado nunca lleva la razón.
Por mucho rencor que uno sienta
si alguien se cansa y te deja
es porque no te aguanta más y punto.
Y es comprensible que ella culpe de su destino
a la totalidad del género masculino
que no tiene sentimientos,
que se rigen por el pito,
que se corren en seguida
y se duermen tan tranquilos.
Se revelan incapaces de hacer dos cosas dispares a la par
como tocar la guitarra y cantar.
Pero, ¡ay! si el pobre varón despechado fuera a hacer lo contrario
que poco elegante que es.
Y con toda la razón,
pues es la misoginia el pilar de los maltratos.
Misoginia.
Y el contrario no existe en el diccionario.
Sé que tendré que esperar a que aminore la tormenta
para poder describir de forma lenta y serena
lo que tú me hiciste a mí.
Autor(es): Carles Mestre
