Me Long Ah!
Llegan los impostores de nuestra vida,
cuyos caballos negros nos susurran
palabras ocultas para despertar la ira.
Són inconscientes del instante que nos censuran.
Del negro de los caballos, la noche incesante.
No llega nunca el mañana
más sólo existe este instante.
Y de sus rostros, es el nuestro el que emana.