Mi amigo José
Caminando por el bosque en el suelo vi que había
una carta ensangrentada de cuarenta años hacía.
Era de un paracaidista de la octava compañía
que a su madre le escribía y la carta así decía.
Madre anoche en la trinchera entre el fuego y la metralla,
vi al enemigo correr la noche estaba estrellada.
Apunté con mi fusil al tiempo que disparaba
y una luz iluminó el rostro que yo mataba.
Clavó su mirada en mí con los ojos ya vacíos.
Madre, ¿sabe a quién maté? ¿a qué soldado enemigo?.
Era mi amigo José compañero de la escuela
con quien tanto yo jugué a soldados y trincheras.
Benvinguts amics i amigues
a un món on la tolerància, el respecte i la llibertat no hi tenen lloc.
On les armes guanyen la partida a la paraula.
On la mort d'un ésser humà fa brollar el somriure al seus semblants.
Iniciem el canvi, iniciem la revolució.
Cridem: No al militarisme! No a la guerra!
Hoy el juego era verdad y a mi amigo ya lo entierran.
Madre yo quiero morir ya estoy harto de esta guerra.
Madre si vuelvo a escribirte tal vez sea desde el cielo,
donde encontraré a José y jugaremos de nuevo.
Dos claveles en el agua nunca pueden marchitarse,
dos amigos que se quieren nunca pueden olvidarse.
Si mi cuerpo fuera pluma y mi corazón tintero,
con la sangre de mis venas yo te escribiría te quiero.